domingo, 12 de octubre de 2008

Periodista sin palabras

Ya de retirada, empezó a caer el diluvio universal. Dios nos hace a veces estas cosas. Por descreídos. El contrataque, desde el materialismo: ¡natural!. Nunca voy con paraguas. ¿Para qué, si hay bares? En el Central acabamos la Pili, el Manolo y un servidor. Yo con la n cerveza y ellos con un agua mineral con gas (¿?). A mí, como que me daba igual. Porque tenía cosas que contar. Siempre me pasa lo mismo a partir de, digamos, ¿la segunda caña? En realidad, después de la tercera. Nunca he llegado a la cuarta. Un beso, papá y mamá.
Lo que me venía a las mientes en aquel momento eran los dos últimos libros que me he comprado. A saber: "Gomorra", de Roberto Saviano, y "La jungla polaca", de Kapuscinsky. Los dos de periodistas. El primero, joven, 29 años; el segundo, muerto, a los 74. No os voy a contar de qué van. Compradlos, sacadlos de la biblioteca, robadlos, pedidlos prestados. Leedlos, por favor.
Y lo que me rondaba es lo grandes que son estos dos tipos. Cómo cuentan esas historias tan importantes que salen en los periódicos. Desde lo pequeño. Desde dentro. Tomando partido.
Habla Saviano. En su libro sobre la Camorra. De su padre. Que no es mafioso. Del diálogo aprendido:

- Roberto, ¿qué es un hombre sin carrera y con pistola?
- Un capullo con pistola.
- ¡Bien! ¿Qué es un hombre con carrera y sin pistola?
- Un capullo con carrera.
- ¡Bien! ¿Y qué es un hombre con carrera y con pistola?
- ¡Un hombre, papá!
- ¡Muy bien, Robertito!

Y lo que me preguntaba era: ¿cómo se vive para contar así una historia? ¿cómo se hace para juntar así las palabras?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya era hora, pardiez! Que llevo meses leyendo y releyendo los mismos párrafos! Ahora, además de unas cuantas líneas más, tengo un par de tomos para ojear...

La Dirección

Er Alberto dijo...

Sí que era hora sí. La pereza es lo que tiene. Y hágame caso con los libros. Al menos un poco. Seguro que le gustan.

 
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